Monday, August 10, 2009

Ruinas arqueológicas en la Riviera Maya (I): Tulum y Cobá

Consagrada desde hace apenas una década como uno de los principales polos de atracción turística del Caribe, la Riviera Maya, situada en el Estado de Quintana Roo (México), ha convertido al país azteca en el segundo destino más visitado de América, tan sólo superado por los EE.UU. (segundos a su vez en el ranking mundial, por detrás de Francia).

Si bien parte de su éxito radica en sus 130 km de playas, su notable biodiversidad y la presencia de espacios naturales protegidos (tal es el caso de Sian Ka'an, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987), la Riviera Maya cuenta con un cuarto reclamo no menos relevante: la posibilidad de visitar algunas de las ciudades en las que cristalizó la civilización maya.

Pensando en todos aquellos que se planteen visitar la zona y conocer in situ los vestigios de este pueblo yucateca milenario, el presente post brinda información y consejos para descubrir los dos recintos arqueológicos más próximos a los complejos hoteleros de la Riviera Maya: Tulum y Cobá.

Pese a que algunas localidades de la zona ofrecen la posibilidad de alquilar un vehículo para desplazarse hasta las dos ciudades indicadas, tanto los hoteles como las agencias de viajes cercanas a los resorts (y muy especialmente las de Playa del Carmen) permiten contratar excursiones guiadas a ambos enclaves, conjuntamente (el recorrido se realiza en un solo día) o bien por separado. El precio de la actividad (que por lo general incluye los traslados desde el hotel en el que se hospeda el cliente, servicio de guía y almuerzo, a excepción de las bebidas) oscila entre los 35 dólares estadounidenses (si la salida se contrata a través de un turoperador independiente) y los 80, si se formaliza la reserva en el mismo hotel. Asimismo, los packs suelen completarse con visitas a otros puntos de interés natural, recreativo o paisajístico, tales como los numerosos cenotes que salpican la península del Yucatán —lagunas interiores de origen kárstico, normalmente subterráneas— o alguna playa virgen. Infocenter, Aldebarán y Odissey son algunas de las empresas minoristas que organizan periódicamente estas excursiones.

El precio de las mismas puede abonarse indistintamente en efectivo —en pesos mexicanos o dólares— o bien mediante tarjeta de crédito.

Si se opta por acceder a Tulum y Cobá en un vehículo de alquilado, no obstante, existe la posibilidad de contratar visitas guiadas en destino. En cualquier caso, el estado de las carreteras es bueno y circular por ellas resulta seguro, ya que los índices de criminalidad en la zona son bajos. Pinchando sobre este enlace se pueden consultar las distancias que separan las diferentes localidades yucatecas.

A continuación, se resumen los principales datos de las dos ciudades mayas ya reseñadas.

Tulum. A 63 km al sur de Playa del Carmen se eleva esta ciudad maya, la única cuyas ruinas se encuentran junto al mar. Conocida inicialmente como Zamá ('amanecer' en maya), más adelante adquiriría su designación actual, que significa 'muralla', en clara referencia al perímetro defensivo que la circunvalaba. Sus construcciones, erigidas grosso modo ca. 1200 y 1450 d.C., se enmarcan en el período posclásico. No obstante, se han localizado inscripciones anteriores, correspondientes al año 564. Aunque sus pobladores llegaron a presenciar la llegada de los primeros conquistadores españoles, la ciudad se hallaba prácticamente deshabitada. Por otro lado, se han encontrado influencias mixtecas en las edificaciones (cultura que se desarrolló durante el primer cuarto del siglo XVI).

Entre sus edificios más notorios, destacan un tramo amurallado (jalonado por un arco de falsa bóveda), una casa perteneciente a una familia noble, el Palacio, poseedor de una rica ornamentación escultórica, y el llamado templo de las Pinturas, que es el que conserva un mayor número de elementos decorativos de todo el complejo. Consta de dos niveles; el inferior engloba dos templos concéntricos profusamente ornados. La fachada del templo interior ofrece muestras de pintura mural, mientras que el exterior atesora figuras de estuco en relieve: mascarones en las esquinas, esculturas en tres nichos de la fachada —la del centro es una representación del dios Descendente o de la lluvia, conocido también como Chaac— y figuras humanas entre lazos en el friso. El templo del nivel superior es más sencillo, ya que su decoración consiste en impresiones de manos realizadas con pintura roja (siendo éste el color más utilizado para revestir las fachadas de los edificios).

Corona el complejo arqueológico el llamado Castillo, la construcción más elevada y majestuosa de Tulum. En ella sobresale su decoración serpentiforme, una de las divinidades más socorridas por parte del imaginario maya.

Cobá. Sita a 105 km al oeste de Playa del Carmen y entre los lagos Macanxoc y Cobá, el recinto destaca por su importante red de sacbeob —en la lengua maya, 'caminos blancos o sagrados'— que conectaban los principales edificios de la antigua ciudad. En su emplazamiento lacustre se halla el origen etimológico de la ciudad, derivado de cob ('musgo') y á o há ('agua'). Las dimensiones de la misma fueron considerables (su extensión era de 80 km2, que acogieron a unos 50.000 habitantes), pese a que únicamente se ha excavado una pequeña parte. Sus construcciones datan, en su mayoría, de mediados del período clásico (ca. 500-900 d.C.), aunque algunos edificios sufrieron reparaciones hasta el siglo XIV.

El primer grupo de edificios recibe el nombre de Grupo de Cobá. En él destaca una empinada pirámide de 30 m de altura, bautizada por los conquistadores españoles como la Iglesia. Sin embargo, y a pesar de tan curiosa etiqueta, nada tuvo que ver con el credo dominante en el Viejo Continente, aunque sí compartía con la arquitectura cristiana su función ritual y religiosa. A la izquierda de la Iglesia se erige el juego de pelota (pok-ta-pok en maya) construcción que albergaba una práctica deportiva de trasfondo religioso, inspirada en el movimiento de los cuerpos celestes. Poco se sabe de las reglas que regían esta práctica, compartida con notables variaciones por civilizaciones precolombinas mucho más pretéritas (como la olmeca) e incluso posteriores (por ejemplo, la azteca). Un testimonio documental se encuentra en el compendio Historia general de las cosas de la Nueva España, escrito por el fraile franciscano Bernardino de Sahagún (1499-1590). Su testimonio se ha visto reforzado por hallazgo de pelotas de caucho de unos 4 kg de peso. Éstas eran golpeadas con el brazo y la cadera, por parte de los integrantes de dos equipos. Tras la conclusión del encuentro, la mitad de los participantes (los perdedores o los vencedores, dependiendo del área geográfica en el que la partida tenía lugar) eran sacrificados en honor a los dioses. En el parque temático de X-Caret, situado también en la Riviera Maya, se recrea cómo jugaban a pelota los pueblos precolombinos.

Otro de los puntos claves de Cobá es el Grupo de Manxoc. En él se puede admirar el Conjunto de las Pinturas Murales, presidido por estelas y altares ricamente decorados (fundamentalmente del siglo VII), y un observatorio astronómico. Al final del recorrido, se eleva la pirámide de Nohoch Mul (foto), de 42 m de altura y la más elevada del norte de Yucatán. Es una de las pocas ruinas mayas a las que se puede ascender.