Friday, May 02, 2008

Cómo estudiaron nuestros padres los hechos del Dos de Mayo

A continuación, se reproduce textualmente la lección XXXI de la Enciclopedia Cíclo-pedagógica de Grado Medio DCP, editada en 1940 en (Pla) Girona por José Dalmau i Carles. La ilustración que acompaña a este post corresponde a la obra reseñada.

El texto glosa los principales episodios de la guerra de la Independencia, en un tono afín al patriotismo que se intentaba inculcar desde la escuela franquista. En este sentido, llama la atención que sólo se consignen el número de víctimas correspondiente al ejército francés, así como las constantes proclamas nacionalistas que salpican el relato.

«Carlos IV y Fernando VII. Ocupada la Península por las tropas francesas, Carlos IV y Fernando VII quedaron en Bayona (Francia) prisioneros de Napoleón.

El Dos de Mayo.
La salida del resto de la familia real para Francia indignó al pueblo de Madrid, el cual se sublevó furiosamente contra la guarnición francesa el día dos de mayo, entablándose una lucha desesperada que costó la vida a los oficiales de artillería Daoíz y Velarde y al teniente de infantería don Jacinto Ruiz.

Levantamiento general. El dos de mayo de 1808 fue el principio de la guerra de la Independencia. Todas las regiones se levantaron contra el invasor; en odas partes se aprestaron para la lucha, siendo cada español un soldado dispuesto a sacrificarse por la patria. Inglaterra y Portugal se unieron a Epaña, y el Duque de Wellington vino a mandar las fuerzas de esta triple alianza.

Batalla de Bailén [Jaén]. La primera victoria conseguida por los españoles fue la batalla de Bailén, en la cual el general Castaños demostró a Europa que Napoleón no era invencible. En esta batalla tuvieron los franceses más de 2.200 muertos y 20.000 prisioneros. Un hermano de Napoleón, José I, que había sido nombrado rey de España y se hallaba ya en Madrid, abandonó la capital, pero el mismo Napoleón vino a reinstaurarle, derrotando a nuestro ejército en varias ocasiones.

Zaragoza y Gerona. Las ciudades de Zaragoza y Gerona sufrieron sitios largos y difíciles, que inmortalizaron sus nombres en la historia. La defensa de Zaragoza estaba encomendada al general Palafox y la de Gerona, al general Álvarez de Castro. Los franceses perdieron muchos miles de soldados en ambos sitios, y sólo consiguieron adueñarse de ellas cuando el hambre y las enfermedades hubieron reducido a ambas ciudades a poco menos que un verdadero cementerio.

Batallas principales. Después de la de Bailén, las batallas más importantes ganadas a los franceses fueron las de Talavera, Arapiles, Vitoria y San Marcial. En la batalla de Talavera (1809), los franceses tuvieron muchos centenares de muertos y heridos. En la de Arapiles (1812), murieron tres generales franceses y el general en jefe quedó herido. En premio de esta acción, las Cortes concedieron a Wellington el Toisón de Oro. En la de Vitoria (1813) los franceses perdieron 8.500 hombres, 150 piezas de artillería y un rico botín. El rey José I huyó a Francia. En la de San Marcial, los franceses experimentaron nueva y tremenda derrota; los españoles penetraron en Francia, llegando victoriosamente hasta Bayona.

Fin de la guerra. En vista de tantas derrotas, Napoleón firmó un tratado reconociendo a Fernando VII como rey de España. La guerra de la Independencia duró seis años y costó a Francia la pérdida de 300.000 hombres.

Los guerrilleros. Los guerrilleros fueron un factor muy importante de la guerra de la Independencia, porque atacaron siempre sin tregua ni piedad al invasor. Los más notables fueron Espoz y Mina, el Empecinado y el cura Merino.

Gobierno de España durante la guerra. Durante la guerra de la Independencia, hubo en España dos poderes: el usurpador y el legítimo [esta terminología, obviamente, no vuelve a utilizarse en el capítulo dedicado a la Guerra Civil]. Este último estaba constituido por una Junta Central, que se instaló primero en Aranjuez y Madrid, después pasó a Sevilla, y, por último, a la isla de León, donde se formó un Consejo de Regencia, que convocó Cortes, las cuales se reunieron en Cádiz en 1810 y elaboraron la Constitución de 1812, la primera que tuvo España.»