Las colonias griegas en la Península (I): Empúries
En contraste con el vasto legado arquitectónico que prueba la estancia de los romanos en Hispania, los vestigios griegos hallados en el territorio peninsular resultan ciertamente escasos.
De hecho, la ausencia de descubrimientos arqueológicos de cierta envergadura arroja un gran interrogante sobre el vínculo existente entre el área que nos ocupa y la antigua Grecia. Poco se sabe del desembarco de dicha civilización en la zona, por no hablar de la ubicación exacta de sus colonias. Sin ir más lejos, crónicas de la época recogen la fundación de Mainake a cargo de una expedición griega procedente de Focea, pese a que todavía no ha podido determinarse dónde se encontraba esta polis. La actual ciudad de Málaga, el municipio malagueño de Torre del Mar y el término alicantino de Santa Pola son algunas de las opciones que barajan los historiadores.
De lo que no parece haber dudas es de la presencia de Hemeroscopeion (término que significa atalaya) en las inmediaciones del poblado íbero de Díniu, en la actual Dènia (Alacant), cuya creación se remonta al siglo VI a.C. No obstante, en ninguno de estos casos se han localizado restos arquitectónicos pertenecientes a a este período. Idéntica suerte han corrido las antiguas colonias de Alonis (Vila-joiosa), Akra Leuké (Alicante), Argitar (Sagunt) y Saetabietar (Xàtiva), aunque sí se han recuperado dracmas griegos que fueron acuñados en algunas de ellas, como en el caso de las dos últimas.
Así, los vestigios de edificaciones griegas hallados en la Península Ibérica se concentran exclusivamente en Catalunya y corresponden a dos asentamientos situados en la provincia de Girona: Rhode (la actual Roses) y Empòrion (Empúries).
Esta última es la que ofrece un abanico más amplio de testimonios arqueológicos. Atendiendo a los tratados de algunos geógrafos clásicos —como Estrabón (siglo I a.C.)— la fundación de Empòrion estaría estrechamente ligada a la colonia de Massalia (Marsella), hasta el punto de que muchos consideran que fueron los propios massaliotas quienes la erigieron (el historiador romano Tito Livio [59 a.C.-17 d.C.], no obstante, atribuye este hito a los foceos).
Lo que sí parece demostrado, a tenor de las prospecciones arqueológicas acometidas en la zona desde 1908, es que las primeras piezas de cerámica griega llegaron a tierras ampurdanesas entre finales del siglo VII a.C. y principios del VI a.C. De esta última centuria, también se han hallado restos de construcciones domésticas en el munipio de Sant Martí d’Empúries, dentro de la llamada Palaiapolis. Además, muy cerca de allí, se han encontrado vestigios relacionados con la elaboración de cerámica y con el uso del bronce.
Hacia mediados del siglo VI a.C., se formó otro núcleo habitado al sur del asentamiento ya citado, que sería conocido como Neàpolis. Al respecto, todavía se conservan algunas estructuras del siglo V a.C., una muralla reforzada con torres, restos de un parapeto (ambos del siglo IV a.C.) y tramos de un recinto amurallado correspondiente al siglo II a.C., integrada dentro del sistema defensivo de la ciudad.
A todo ello hay que sumar los vestigios del Asklepeíeion (centro terapéutico y religioso del siglo II a.C., consagrado a Asclepio), el Serapíeion (santuario del siglo I a.C. dedicado a Isis y a Zeus Serapis), la Agorá y la Stoá (siglo II a.C.), varios filtros de agua del siglo III a.C., factorías de metalurgia y de salazones (siglo I a.C.), dos casas y un pequeño mercado o macellum (siglo II a.C.), un mosaico (siglo II a.C.), alcantarillado de la época y un supuesto muelle helenístico (siglos II o I a.C.).
Finalmente, convendría hacer referencia a uno de los hallazgos más sorprendentes y polémicos descubiertos en Empúries: una gran estatua marmórea que podría representar a Asclepio, el dios griego de la medicina. Sin embargo, la directora del Museu d’Arqueologia de Catalunya, Núria Rafel, desmintió en 2005 que la pieza se correspondiese con dicha deidad. El original, conservado en la entidad ya mencionada, está siendo sometido a un proceso de restauración.
Recientemente, Empúries solicitó ser inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, pero su candidatura fue desestimada.
Para más información, se recomienda visitar la web de L'Escala.
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