El origen de los colores del FC Barcelona
Hace dos días, una de las entidades deportivas más relevantes de la historia, el FC Barcelona, cumplió 107 años.
A pesar de que esta efeméride parece ajena al contenido de este blog, lo cierto es que la irrupción del club —fundado por el suizo Hans Gamper y secundado por un pequeño grupo de aficionados al fútbol, un deporte poco menos que exótico en la ultramontana sociedad de 1899— pronto ejercería un impacto sin precedentes en ámbitos estrictamente extradeportivos. Las circunstancias históricas —y muy especialmente las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco, esta última vigente durante cuatro décadas— convertirían al Barça en un instrumento de reivindicación cultural, política y lingüística. Así, valiéndose de un equipo de fútbol, el pueblo catalán acabaría proyectando sus aspiraciones y, al fin y al cabo, su propia idiosincrasia. Y todo ello en un período donde resultaba impensable alzar la voz. De ahí la manida máxima de que el Barça «és més que un club».
Som la gent la blaugrana, reza el himno de una institución capaz de aglutinar gentes de toda condición y procedencia (así lo testifican sus más de 1.000 peñas oficiales repartidas por todo el mundo, incluso en Groenlandia). Ahora bien, cabría preguntarse por el origen de esta combinación de colores, presentes en una bandera que, en pleno siglo XXI, sigue despertado unas connotaciones casi religiosas.
La versión más defendida durante mucho tiempo, aunque acabó revelándose falsa, relacionaba las tonalidades de la camiseta azulgrana con el uniforme del FC Basilea (equipo en el que previamente había militado Gamper). Sin embargo, siguen en pie otras dos acerca del nacimiento de la equipación del Barça. Una de ellas alude a los antiguos lápices de dos colores (rojo y azul), muy en boga durante la época. La segunda leyenda, por su parte, cita a un grupo de escolares que disputaba un partido de fútbol en plena calle. Según parece, la madre de uno de aquellos chicos había tejido bufandas granates y azules, que permitían distinguir entre sí a los miembros de ambos equipos. Esta combinación de colores supuestamente agradó a uno de los fundadores del FC Barcelona, hasta el punto de proponerla para la zamarra de la nueva entidad.
Del mismo modo, la procedencia del actual escudo es igualmente difusa. Tras una primera etapa empleando el mismo emblema que la capital catalana, los dirigentes barcelonistas decidieron adoptar uno propio en 1910. Si bien en la web oficial de Barça se atribuye su diseño a un socio anónimo que ganó un concurso convocado por el club, existe una segunda versión mucho más pintoresca. En ella se afirma que, durante un reunión mantenida por los socios acerca de la apariencia del escudo y en la que todo el mundo hablaba a la vez, uno de ellos dio un golpe en la mesa y gritó: «Senyors, això és una olla! (¡Señores, esto es una olla!)». Acto seguido, otro de los presentes trazó sobre un papel el perfil de dicho recipiente. Inmediatamente, se resolvió que aquella forma espontánea podía ser una buena fórmula para el escudo del equipo.
En la imagen, aparecen varios jugadores luciendo el primer uniforme del FC Barcelona (fuente: www.webdelcule.com).
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